Antes de vivir aquí en Washington, yo vivía en Madrid. Mi vida era muy divertida a pesar del trabajo. Mi esposa y yo vivíamos en un apartamento muy amplio. Desde el balcón se veía una plaza. La plaza era pequeña, pero muy bonita. Habían muchos árboles. Muchos domingos de sol en el invierno nosotros íbamos a la plaza al mediodía. Llevábamos nuestro almuerzo, y lo comíamos bajo los árboles, mientras veíamos jugar a los niños.

Eh, yo vivo en Madrid y cuando me preguntan si prefiero vivir en una ciudad o en el campo normalmente sólo decir Madrid o sea una ciudad. ¿Por qué? pues, porque me permite poder ir de compras siempre que quiero y en el campo no tendria esa posibilidad. Porque lo tienes todo mucho más fácil, mucho más a la mano, puedo ir al cine, puedo ir al teatro, puedo salir con mis amigos al bar puedo tener mucho más social que en el campo. Así que si tuviera que elegir sin pedir ayuda y deja ya el campo para los fines de semana, por qué a mí me encanta el campo y he estudiado biología y adoro desconectar y está fine de semana entero en una casita perdida y hacer excursiones. Me gusta mucho la naturaleza y tal pero, prefiero la ciudad.

Mi cumpleaños, siempre lo celebramos con una gran fiesta y ese día mi padre hizo todos los preparativos y cocinó él mismo. Nos visitaban parientes de todas partes y siempre se quedaban algunos con nosotros por dos o tres días. Durante esos días dormíamos poco porque mis primos y yo nos acostábamos en la sala de recreo y allí siempre había gente hasta muy tarde. Todos nosotros lo pasábamos muy bien.